Éste curioso gnomo destacaba por su inteligencia e interés en comprender el Multiverso y desentrañas los misterios de la Urdimbre, durante años estudió con buenos maestros de magia tanto la historia mágica desde la Era de los Trastornos hasta los diversos Dioses de la Magia.
Durante una oscura época de su vida tuvo que humillarse tras discutir con su familia y ser despojado del oro que sustentaba todos sus estudios y su vida acomodada, llegando a trabajar como artífice durante casi 60 años en un taller de pólvora. Aunque la tecnología no era lo suyo, el gnomo se sentía atraído por los misterios de la magia y gastaba todos sus ahorros en libros cada vez que podía.
Finalmente consiguió que un maestro ilusionista de Lantán se fijase en él y aceptase tomarlo como pupilo, Fizzlehuff viajó y aprendió mucho junto a él, hasta lograr ser un respetado gnomo que destacaba entre los demás aprendices de mago. Era afín a los encantamientos ya que podía entender y empatizar con otras criaturas a las que había estudiado, sin ningún esfuerzo. Y como cualquier otro gnomo, siempre disfrutaba con las ilusiones y la soltura con las que podía realizarlas mediante trucos de prestidigitación.
El fatídico día llegó cuando éste longevo gnomo, pasados los tres siglos de vida, se encaminaba en una excursión de aprendizaje con su maestro y otros alumnos y éstos fueron asaltados por un grupo bien organizado de bandidos.
Su maestro Gondstandantilus reaccionó con un poderoso hechizo que teleportó a cada uno de los alumnos a una parte de Faerun, y el desafortunado Fizzlehuff tuvo la mala suerte de caer en las frías tierras del Norte... cerca de Nevesmortas. Y sí, fue mala suerte, dado que en ése preciso momento intentaron asaltarlo más bandidos y tuvo que huir por su vida perdiendo su grimorio en el camino.
Tantas décadas de estudio perdidas en ése libro maravilloso....
Sin embargo, no se rendiría. El anciano mago pronto sentiría interés por los habitantes de Nevesmortas y por la Orden de Magos y Hechiceros, con el propósito de recuperar sus conjuros y por tanto su poder, y alzarse como Archimago algún día, desentrañando los mayores misterios de la Urdimbre.
