En las profundidades insondables de la tierra, en el puesto de avanzada Bel'aragh, la vida bulle frenéticamente. Buscando un lugar tranquilo, en una de las habitaciones de la posada, al margen de todo bullicio, de manera que sus plegarias sean escuchadas sin interrupción, una novice d'l'Quarval-sharess Lolth (novicia de Lolth), se desnuda en cuerpo y alma, nada ha de esconderla y comienza con sus rezos dedicados a su Quarval-sharess (Diosa), para captar la atención de esta y se digne a escucharla cuando más lo necesite, sólo en el caso de que sea digna.
Valsharess wund Valsharessen,
Lodtyna d'udossta elamshin,
Ilhar d'udossa jal,
Ust wund l'phraktos
L'mzilst ssin'urn d'jal,
L'mzilst verin d'jal,
L'uss vel'uss silara l'mzilst dalharen ulu l'tresk'ri,
L'uss nindel silara verin ulu udossta tresk'ri.
Inbal ka'lith pholor nindol wanre ligrr,
Nym'uer ussta ib'leua ortelassan,
Usstan orn xun dosst orn 'zil dosst d'nilok,
Belbau uns'aa l'yorn d'dosst wiles.
Lodtyna d'udossta elamshin,
Ilhar d'udossa jal,
Ust wund l'phraktos
L'mzilst ssin'urn d'jal,
L'mzilst verin d'jal,
L'uss vel'uss silara l'mzilst dalharen ulu l'tresk'ri,
L'uss nindel silara verin ulu udossta tresk'ri.
Inbal ka'lith pholor nindol wanre ligrr,
Nym'uer ussta ib'leua ortelassan,
Usstan orn xun dosst orn 'zil dosst d'nilok,
Belbau uns'aa l'yorn d'dosst wiles.
Reina entre las Reinas,
Tejedora de nuestros destinos,
Madre de todas nosotras,
Primera entre los hados.
La más bella de todas,
La más malvada de todas,
La que más hijos trae al mundo,
La que trae el mal a nuestro mundo.
Ten piedad de esta sierva,
Escucha mis humildes plegarias,
Haré tu voluntad como tu paladina,
Dame el poder de tus palabras.
Tejedora de nuestros destinos,
Madre de todas nosotras,
Primera entre los hados.
La más bella de todas,
La más malvada de todas,
La que más hijos trae al mundo,
La que trae el mal a nuestro mundo.
Ten piedad de esta sierva,
Escucha mis humildes plegarias,
Haré tu voluntad como tu paladina,
Dame el poder de tus palabras.
Termina de recitar con los ojos cerrados, manteniéndose en silencio, dejando que fluya el poder de su Quarval-sharess (Diosa) sobre su ser, cuando de repente, escucha que alguien abre la puerta de estancia. Un jaluk (macho Drow), adapta su visión a la oscuridad de la estancia, sólo iluminada por algunas pocas velas, un ligero olor a incienso comienza a invadirle de temor, hasta el momento en que posa sus ojos en la oscura espalda de la Jabbres (mujer noble Drow), que es cuando su semblante torna a una espreción de horror. Ha invadido la intimidad de una Jabbres (mujer noble Drow), y en medio de un ritual.
- ¡Largo de aquí! *Grita furibunda*
- ¡Mi señora! *El jaluk (macho Drow) baja la mirada rápidamente hacia el suelo, pero atisba como Allysaalia hace un ademán de usar un látigo, y se repliega al pasillo agachándose en posición de humildad* - Por favor mi señora, tenga piedad de mi... *Allysalia sale de la estancia, ya vestida sólo con un camisón de textura similar a la seda, mientras él se arrodilla en posición sumisa*. - Nadie me dijo que la habitación estaba ocupada... *Apenas lograba gimotear el maldito*.
- Espero por vuestro bien... que sea importante *Le mira desafiante y con la barbilla altiva*.
- No, mi señora, no tengo ninguna excusa, sólo pretendía descansar unas horas *Negando vehemente con la cabeza*
- Unos latigasos harán que descanseis *Rechina los dientes mostrando los colmillos, mientras le mira con detenimiento para intentar identificar la insignia de alguna Qu'ellar (Casa), pero no logra discernir ninguna, si es que pertenece a alguna*.
- Sí, mi señora, gracias por su amabilidad *Apenas logra pronunciar todo acongojado*.
- Esperad aquí para vuestro castigo *Sentencia con voz firme, mientras regresa al interior de la estancia, en busca de un látigo, recuerdo de su anterior Eslavo confidente y se ata una daga a la altura de la cintura*. - Entrad *Ordena desde dentro, viendo como el macho drow, se incorpora y camina con la cabeza gacha hacia el interior* - Contra la pared. *Ligeramente sonríe y se relame los labios*.
- ¿Que pared, mi señora? *Aún acongojado, mientras ella le señala una de enfrente*
- No pongais a prueba mi paciencia. *Le mira asqueada* - ¿Para quien trabajais? *Le pregunta furiosa*
- Para nadie mi señora... sólo quería descansar... *Mientras coloca las manos sobre la pared, y apoya la frente también, para después escuchar como ella cierra con llave la puerta*. - Nadie me dijo que esta habitación estaba ocupada *Sigue de espaldas, sin ver como ella saca una pequeña daga del cinto con la mano libre*
- No os creo *Incrédula, usa la daga para rajarle la camisa por la espalda, sin conseguir saber, si miente o no. Aunque si nota como su comportamiento es totalmente sumiso. Finalmente, guarda la daga de nuevo en el cinto, extiende el pequeño látigo de castigos y lo hace restallar contra la espalda del Drow, más psicología que otra cosa*. - ¿Cual es vuestra Qu'ellar (Casa)? *Vuelve a restallar el látigo, esta vez un poco más alto en la espalda, sin lograr mucho en el intento*
- No tengo a nadie... nací sin familia *Se estremece* - Para nadie mi señora, soy un inoportuno.
- !No me hagais perder el tiempo¡ No sois digno de mi paciencia.
El jaluk (macho drow) niega como puede, mientras el corte de la espalda empieza a supurar una sangre rojiza, ella impaciente tira el látigo al suelo y vuelve a desenvainar la daga, tras escucharla desenvainar, él intenta mirar de reojo, aunque sigue siendo sumiso, temiendo por su miserable vida. Entonces ella aprovecha para acercársele poco apoco, resonando los pasos en la pequeña habitación, con la mano libre le sujera la cabeza contra la pared y con la otra, posa su daga contra el cuello de él.
- ¡Mi señora! *El jaluk (macho Drow) baja la mirada rápidamente hacia el suelo, pero atisba como Allysaalia hace un ademán de usar un látigo, y se repliega al pasillo agachándose en posición de humildad* - Por favor mi señora, tenga piedad de mi... *Allysalia sale de la estancia, ya vestida sólo con un camisón de textura similar a la seda, mientras él se arrodilla en posición sumisa*. - Nadie me dijo que la habitación estaba ocupada... *Apenas lograba gimotear el maldito*.
- Espero por vuestro bien... que sea importante *Le mira desafiante y con la barbilla altiva*.
- No, mi señora, no tengo ninguna excusa, sólo pretendía descansar unas horas *Negando vehemente con la cabeza*
- Unos latigasos harán que descanseis *Rechina los dientes mostrando los colmillos, mientras le mira con detenimiento para intentar identificar la insignia de alguna Qu'ellar (Casa), pero no logra discernir ninguna, si es que pertenece a alguna*.
- Sí, mi señora, gracias por su amabilidad *Apenas logra pronunciar todo acongojado*.
- Esperad aquí para vuestro castigo *Sentencia con voz firme, mientras regresa al interior de la estancia, en busca de un látigo, recuerdo de su anterior Eslavo confidente y se ata una daga a la altura de la cintura*. - Entrad *Ordena desde dentro, viendo como el macho drow, se incorpora y camina con la cabeza gacha hacia el interior* - Contra la pared. *Ligeramente sonríe y se relame los labios*.
- ¿Que pared, mi señora? *Aún acongojado, mientras ella le señala una de enfrente*
- No pongais a prueba mi paciencia. *Le mira asqueada* - ¿Para quien trabajais? *Le pregunta furiosa*
- Para nadie mi señora... sólo quería descansar... *Mientras coloca las manos sobre la pared, y apoya la frente también, para después escuchar como ella cierra con llave la puerta*. - Nadie me dijo que esta habitación estaba ocupada *Sigue de espaldas, sin ver como ella saca una pequeña daga del cinto con la mano libre*
- No os creo *Incrédula, usa la daga para rajarle la camisa por la espalda, sin conseguir saber, si miente o no. Aunque si nota como su comportamiento es totalmente sumiso. Finalmente, guarda la daga de nuevo en el cinto, extiende el pequeño látigo de castigos y lo hace restallar contra la espalda del Drow, más psicología que otra cosa*. - ¿Cual es vuestra Qu'ellar (Casa)? *Vuelve a restallar el látigo, esta vez un poco más alto en la espalda, sin lograr mucho en el intento*
- No tengo a nadie... nací sin familia *Se estremece* - Para nadie mi señora, soy un inoportuno.
- !No me hagais perder el tiempo¡ No sois digno de mi paciencia.
El jaluk (macho drow) niega como puede, mientras el corte de la espalda empieza a supurar una sangre rojiza, ella impaciente tira el látigo al suelo y vuelve a desenvainar la daga, tras escucharla desenvainar, él intenta mirar de reojo, aunque sigue siendo sumiso, temiendo por su miserable vida. Entonces ella aprovecha para acercársele poco apoco, resonando los pasos en la pequeña habitación, con la mano libre le sujera la cabeza contra la pared y con la otra, posa su daga contra el cuello de él.
- Mi señora... *Lloriquea un poco*
- Es tu última oportunidad... *susurra con malicia* - Decidme algo interesante.. o vereis a Quarval-sharess Lolth (Diosa Lolth) cara a cara *El drow llora un poco más alto, sabiéndose muerto, mientras le hinca cada vez más la daga contra la carne*
- No... *traga saliva* trabajo para nadie... Lo juro mi señora, por mi vida *Recapacita un momento este último juramento*
- No sois nada... sois usuud (escoria) *le lame la oreja por detrás*
- Si, mi señora, soy usuud (escoria).... *Allysaalia ante la oportunidad de notar el miedo del macho drow y deleitarse con sangre, se siente excitada*
- ¿Notais como se os escapa la vida? *Separa la daga del cuello y le hace un ligero corte en la oreja que acaba de lamer* - ¿Porque habría de perdonaros la vida?.
- Podría... podría trabajar para usted... mi señora *Parece que la idea le ha venido del cielo, mientras nota como le lame la oreja, donde le hizo la herida y saborea su sangre*.
- Esclavo... hum... *Se queda pensativa, mientras nota un temblor recorriendo el cuerpo del macho drow* - Teneis suerte... *viendo como asiente él varias veces, y aprovecha para limpiar la daga en el hombro de él. Tras ello, deja de apretarle la cabeza contra la pared y dá dos pasos hacia atrás, quedándosele mirando* - Giraos *Este se gira lentamente, bajando la mirada hacia el suelo*
- ¿Que sabeis hacer? *juguetea con la daga*
- Soy... soy... estudié algo de magia arcana.
- Interesante... *Se te queda mirando detenidamente* - Pero tengo una hermana que también se dedica a El Arte
- Nunca podría estar a su nivel, mi señora... mis conocimientos son limitados...
- Quizás si la satisfacéis... os perdone la vida...
- Haré lo que me mande, mi señora *Asiente varias veces*
- Acudid a mi hermana... (Ya haré que ella me devuelva el favor) *Sonríe en sus pensamientos* - Zilvra de la Qu'ellar Xa'los, id... *Te mira con detenimiento de nuevo* elegante... como envuelto en un regalo, decidla que os envío yo como regalo. - Yo, Allysaalia de la Qu'ellar Xa'los. *Mira divertida al Drow mientras este asiente* - Limpiaros la herida... no quiero que vea que ya fuisteis.. usado *sonríe maliciosamente*
- Gracias por su bondad, mi señora, no la defraudaré... *Tras abrir ella la puerta, hace un ademán cansino para que se largue, asiente, mientras sale corriendo de la estancia*
Ella, excitada, sintiéndose poderosa, piensa que todo pudo ser un regalo... o una prueba. En todo caso, su corazón le late rápidamente, necesitando calmarlo bien sea por placer... honraría a su Quarval-sharess (Diosa).
Agradecimientos a QM-Ilmater- Es tu última oportunidad... *susurra con malicia* - Decidme algo interesante.. o vereis a Quarval-sharess Lolth (Diosa Lolth) cara a cara *El drow llora un poco más alto, sabiéndose muerto, mientras le hinca cada vez más la daga contra la carne*
- No... *traga saliva* trabajo para nadie... Lo juro mi señora, por mi vida *Recapacita un momento este último juramento*
- No sois nada... sois usuud (escoria) *le lame la oreja por detrás*
- Si, mi señora, soy usuud (escoria).... *Allysaalia ante la oportunidad de notar el miedo del macho drow y deleitarse con sangre, se siente excitada*
- ¿Notais como se os escapa la vida? *Separa la daga del cuello y le hace un ligero corte en la oreja que acaba de lamer* - ¿Porque habría de perdonaros la vida?.
- Podría... podría trabajar para usted... mi señora *Parece que la idea le ha venido del cielo, mientras nota como le lame la oreja, donde le hizo la herida y saborea su sangre*.
- Esclavo... hum... *Se queda pensativa, mientras nota un temblor recorriendo el cuerpo del macho drow* - Teneis suerte... *viendo como asiente él varias veces, y aprovecha para limpiar la daga en el hombro de él. Tras ello, deja de apretarle la cabeza contra la pared y dá dos pasos hacia atrás, quedándosele mirando* - Giraos *Este se gira lentamente, bajando la mirada hacia el suelo*
- ¿Que sabeis hacer? *juguetea con la daga*
- Soy... soy... estudié algo de magia arcana.
- Interesante... *Se te queda mirando detenidamente* - Pero tengo una hermana que también se dedica a El Arte
- Nunca podría estar a su nivel, mi señora... mis conocimientos son limitados...
- Quizás si la satisfacéis... os perdone la vida...
- Haré lo que me mande, mi señora *Asiente varias veces*
- Acudid a mi hermana... (Ya haré que ella me devuelva el favor) *Sonríe en sus pensamientos* - Zilvra de la Qu'ellar Xa'los, id... *Te mira con detenimiento de nuevo* elegante... como envuelto en un regalo, decidla que os envío yo como regalo. - Yo, Allysaalia de la Qu'ellar Xa'los. *Mira divertida al Drow mientras este asiente* - Limpiaros la herida... no quiero que vea que ya fuisteis.. usado *sonríe maliciosamente*
- Gracias por su bondad, mi señora, no la defraudaré... *Tras abrir ella la puerta, hace un ademán cansino para que se largue, asiente, mientras sale corriendo de la estancia*
Ella, excitada, sintiéndose poderosa, piensa que todo pudo ser un regalo... o una prueba. En todo caso, su corazón le late rápidamente, necesitando calmarlo bien sea por placer... honraría a su Quarval-sharess (Diosa).
Anotaciones: Jugador Zun0 (Zilvra de la Qu'ellar Xa'los)