*Dahyâ suspira y mira la entrada del local de Vándar en Villanieve*
- Espero que esté dentro emborrachándose como siempre. *Se adentra con cierta desgana, y mira a los lados, da una vuelta por el local, mira el privado y sube a las habitaciones*
- Demonio de mujer... donde estará cuando la necesito, donde debería estar emborrachándose por una vez. *Baja al salón, se acerca a una de las mesa donde hay varias botellas de Cerveza Negra y Amarga y se cerciona de que esté vacia por dentro*
- Eh... *busca con la mirada a alguien que esté lo suficientemente ebrio para que pueda escribir*
- Tú. Necesito que me hagas un favor. *nota como la intentan meter mano* ¡Quieto!.
- Camarera... que buena que estás... *El borracho hace ademán de meterla mano*
- ¡Que te quedes quieto o te corto la mano! Si no fuera por que necesito que la uses para escribir. Te doy unas monedas si escribes un mensaje.
- ¿Qué? ¿Que das masajes?. *El hombre intenta de nuevo pellizcar el culo de Dahyâ*
- ¡Que te estés quieto!... Te doy unas monedas.... si me escribes algo. *Le tiende un carboncillo y un trozo de trapo viejo y más seco que el desierto de Anauroch*.
- Oh... monedas... si... si... *La cabeza del parroquiano le cuelga por los lados*
- A Seda... urgente... habla con Zalcor o con Dahyâ. *Mira como el hombre mueve el carboncillo, entre pausas se lo mete por la nariz* (Ains... hombres...)
- Bien... gracias... *Deja unas monedas sobre la mesa y se aleja, botella en mano y trapo más sucio que antes*
*Mete el trapo dentro de la botella y la deja en el sitio de siempre*
De sacar el contenido, se leería a dudas penas, algo como:
*Dahyâ marcha satisfecha tras un trabajo bien cumplido*."Manuela, perrete, asoma con ardor o con arpía"