Relatos de Eufax, El Oso
Publicado: Mié Oct 16, 2024 3:47 pm
En la costumbre de los Umayari, una excisión de tribus uthgard menor, antes de que Malarr acogiera en sus seno tanto a la extinta tribu Oso azul, cómo a la Lobo Gris, no se le da nombre real a un recién nacido, hasta que la experiencia, ritos y peripecias lo permiten. En ese sentido a éste niño se le conoció muy pronto por oso, grande, peludo y cariñoso, aunque tiene un trasfondo mucho más profundo que la simple apariencia.
Llegados los años de niñez, para evadirse del panorama abusador en casa, salía a jugar con otros niños de la villa, fue allí donde tuvo la suerte de conocer a las hijas de Joreck y Sylke. Tenían dos niñas muy similares en apariencia, rubias, destartaladas y siempre con rodillas y manos amoratadas. Fue en los juegos, apuestas y bravuconadas donde encontró la paz y le dieron fuerzas para continuar. No todos en la tribu son mi padre, se decía como si de una letanía fuese.
Con Guner jugaba y se picaba por todo, algo más grande que él cuando eran niños y más tozuda que una mula solían jugar a peleas, a hacer putadas a algún miembro despistado de la tribu y cometían pequeños hurtos, principalmente por encararse a ver quién tenía más cojones. En esas pillerías Guner demostró ser más despierta en cuanto a sigilo y solía conseguir sus objetivos, donde el pobre oso, tenía muchas veces, que salir por patas y rezar para que no lo reconociesen y se llevara una buena tunda. Desde niños anduvieron juntos, pero no revueltos, parecieran dos gemelos, pues donde estaba uno, pronto aparecía el otro.
Guner: A este mentecato y mierda de troll, sólo le pego yo !! … solía decir cuando había disputas y se enfrentaban a Oso.
Su hermana menor … su hermana menor es harina de otro costal Kristen bocachancla la solían llamar y no había berenjenal donde no se quisiera enfangar.
Con frecuencia acababan en pelea y le daba igual que fuera en inferioridad numérica o de fuerzas, era simplemente un temperamento sin parangón. Está claro que o sería una suicida o alguna berseker en un futuro no muy lejano, pero de lo que no había duda es que el miedo o las dudas no formaban parte de su vocabulario.
Muchas de las cicatrices que tiene las ganó jugando con las hermanas o tratando de que no matasen viva a la menor de ellas. Con Kirsten tiene una relación un tanto diferente, más tensa en lo violento, pues tiende a repartir y luego hablar, para ella maldecir era perder el tiempo.
En una de esas correrías se alejaron mucho del campamento. Tanto que se perdieron. Las hermanas supieron encontrar el camino, bien por instinto, bien por suerte. Oso no pudo y sólo se quedó en lo profundo del bosque alto una semana. Hubiera muerto de hambre, frío o por alimañas, pero una osa parda evitó que sufriera mal y lo guareció durante días. Comió lo que la osa dispuso y descubrió su animal totémico. Pidió al padre de todos los bárbaros para que su fuerza no mermase y pudiera dar gloria en batalla y sus suplicas fueron respondidas. Unos días más tarde los adultos encontraron al niño mientras la osa se hallaba buscando comida. El chamán ratificó lo dicho por el niño y su mote se convirtió en nombre, por Oso fue conocido, pero su padre , celoso del logro de su hijo, decidió darle nombre para minimizar su logro: Eufax, que no sonaba para nada como los nombres de la tribu, decidió ponerle y al joven que empezaban ya a aproximarse a la pubertad no le quedó otro remedio que aceptarlo, su madre igualmente, temerosa de las represalias le aconsejó que no se opusiese.
De los primero días: Juegos y pillerías
Hijo de un Bárbaro de mollera cerrada Wulfgan y una chiquilla huérfana y abandonada, mucho menor que él. El pequeño oso creció lidiando como la fuerza y rabia de su progenitor se imponían a otras razones. Aprendió en disciplina, obediencia y dolor, pero con cada bocado, con cada ciclo solar, su resiliencia y determinación no hacían sino aumentar.Llegados los años de niñez, para evadirse del panorama abusador en casa, salía a jugar con otros niños de la villa, fue allí donde tuvo la suerte de conocer a las hijas de Joreck y Sylke. Tenían dos niñas muy similares en apariencia, rubias, destartaladas y siempre con rodillas y manos amoratadas. Fue en los juegos, apuestas y bravuconadas donde encontró la paz y le dieron fuerzas para continuar. No todos en la tribu son mi padre, se decía como si de una letanía fuese.
Con Guner jugaba y se picaba por todo, algo más grande que él cuando eran niños y más tozuda que una mula solían jugar a peleas, a hacer putadas a algún miembro despistado de la tribu y cometían pequeños hurtos, principalmente por encararse a ver quién tenía más cojones. En esas pillerías Guner demostró ser más despierta en cuanto a sigilo y solía conseguir sus objetivos, donde el pobre oso, tenía muchas veces, que salir por patas y rezar para que no lo reconociesen y se llevara una buena tunda. Desde niños anduvieron juntos, pero no revueltos, parecieran dos gemelos, pues donde estaba uno, pronto aparecía el otro.
Guner: A este mentecato y mierda de troll, sólo le pego yo !! … solía decir cuando había disputas y se enfrentaban a Oso.
Su hermana menor … su hermana menor es harina de otro costal Kristen bocachancla la solían llamar y no había berenjenal donde no se quisiera enfangar.
Con frecuencia acababan en pelea y le daba igual que fuera en inferioridad numérica o de fuerzas, era simplemente un temperamento sin parangón. Está claro que o sería una suicida o alguna berseker en un futuro no muy lejano, pero de lo que no había duda es que el miedo o las dudas no formaban parte de su vocabulario.
Muchas de las cicatrices que tiene las ganó jugando con las hermanas o tratando de que no matasen viva a la menor de ellas. Con Kirsten tiene una relación un tanto diferente, más tensa en lo violento, pues tiende a repartir y luego hablar, para ella maldecir era perder el tiempo.
En una de esas correrías se alejaron mucho del campamento. Tanto que se perdieron. Las hermanas supieron encontrar el camino, bien por instinto, bien por suerte. Oso no pudo y sólo se quedó en lo profundo del bosque alto una semana. Hubiera muerto de hambre, frío o por alimañas, pero una osa parda evitó que sufriera mal y lo guareció durante días. Comió lo que la osa dispuso y descubrió su animal totémico. Pidió al padre de todos los bárbaros para que su fuerza no mermase y pudiera dar gloria en batalla y sus suplicas fueron respondidas. Unos días más tarde los adultos encontraron al niño mientras la osa se hallaba buscando comida. El chamán ratificó lo dicho por el niño y su mote se convirtió en nombre, por Oso fue conocido, pero su padre , celoso del logro de su hijo, decidió darle nombre para minimizar su logro: Eufax, que no sonaba para nada como los nombres de la tribu, decidió ponerle y al joven que empezaban ya a aproximarse a la pubertad no le quedó otro remedio que aceptarlo, su madre igualmente, temerosa de las represalias le aconsejó que no se opusiese.