Deszeldaryndun Alargéntea
Publicado: Jue Jun 29, 2006 12:06 am
Algo que les interesará a los Dm's, y creo que mucho. Nótense las palabras resaltadas en negrita.
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Las investigaciones de Volo (revisadas por Elmínster) nos traen en esta ocasión a uno de los dragones benignos del Norte: Deszeldaryndun Alargéntea, la Sierpe Guardián de Eternlund y el consorte de la poco avistada Valamaradace (la Reina Dragona de Arglûna).
A Alargéntea se le suele llamar "el Dragón Bondadoso" en el Norte, porque acostumbra a ayudar a los humanoides. Aunque evita la sociedad y la política humanas, Alargéntea parece fascinado por los individuos. Ha curado y protegido a mucha gente perdida, solitaria o herida.
Alguna gente ha oído que Deszeldaryndun participa en las aventuras de sus amigos. Prefiere hacerlo completamente disfrazado, así que aquellos a los que ayuda suelen ser inconscientes de su naturaleza dracónica. De todas formas, no vacila en revelar sus verdaderos poderes si esa táctica puede ayudar a uno de sus compañeros en una situación de peligro. También es un astuto juez de la personalidad. (Es muy extraño que Alargéntea sea engañado o sorprendido.)
Alargéntea es una brillante sierpe argéntea que parece disfrutar con una vida tranquila y simple en los bosques, sazonada con frecuentes encuentros con humanos que inicia o para los que fija sus propias normas. (Ninguno de los humanos que desea evitar es capaz de encontrarle si vienen a buscarle). La Sierpe Guardián pasa mucho tiempo en forma humana en los bosques al oeste de Eternlund, como un leñador con nombres como Ergoth Falaer o Drouth Sammart. Su anillo de sustento, y las cavernas de hongos y piscinas llenas de peces que ha creado, le proveen de mucha comida. Cuando sale a cazar, es para eliminar a las bestias que no quiere en su dominio, no para saciar su hambre.
Aunque sólo los exploradores veteranos de la zona podrían sospechar que algunos humanos que se encuentran son realmente Deszeldaryndun, la Sierpe Guardián es famoso (en las historias de taberna) por engañar a agentes zhéntarim, miembros de la Hermandad Arcana, Magos Rojos, y otros enemigos de la civilización en el Norte. Suele confundir a estos enemigos imitando la forma y el comportamiento de gente poderosa e influyente (como Khelben "Vara Negra" Arunsun y Elmínster del valle de la Sombra) con una extraña precisión.
Alargéntea suele tomar el papel de Alústriel para que ella pueda escabullirse sin ser notada para llevar a cabo trabajos encubiertos (normalmente de los Arpistas o los Elegidos), acentuando su reputación al permitirle “estar” en dos lugares a la vez para hacer frente a los enemigos o las crisis con una velocidad cegadora. En muchas ocasiones, Deszeldaryndun ha tomado el lugar de Alústriel en situaciones de peligro (incluyendo varias emboscadas con campos antimagia destinados a acabar con la Gran Dama de Arglûna). Alústriel ha mantenido esta ayuda en secreto para todos excepto sus hijos y algunos Elegidos. Ni siquiera los más importantes Arpistas lo saben. El dragón presta esta ayuda sólo como un amigo; aunque aprueba los esfuerzos de Alústriel para fundar un reino de relativa seguridad y sofisticación en las tierras de la Luna de Lurúar, Alargéntea rechaza el tomar parte activamente en la corte de Alústriel, que no reconoce como poseedora de autoridad sobre él (o su Reina Dragona).
A cambio, Alústriel presta ayuda a Alargéntea y Valamaradace siempre que se lo piden. La Dama de Arglûna ha evitado varias batallas entre dragones, lista para la batalla, sorprendiendo a aquellos dragones rojos que aparecen para retar a Alargéntea a un combate. Una vez se hizo pasar por una esclava humana de Alargéntea en una treta que permitió a éste engañar a un dragón enemigo.
El veterano Arpista Orbrind Hauthcuero insiste en que el silencioso espadachín encapotado que acompaña a veces a Alústriel en su palacio y cuando se aventura fuera de la ciudad es la forma asumida por algún poderoso aliado benigno. Elmínster confirma que el espadachín, que toma el nombre de Talyn, es la forma humana favorita de Alargéntea cuando acompaña a Alústriel. (Se sabe que su consorte Valamaradace favorece la forma de una pequeña elfa ágil y usa el nombre de Targarda en sus raras incursiones en lugares civilizados.)
Aunque Deszeldaryndun es un dragón argénteo y Valamaradace una dragona dorada, es indiscutible que son pareja, y siempre se habla de Alargéntea como el “consorte” de Valamaradace. No se suele ver a la Reina Dragona, pero Deszeldaryndun suele mezclarse con la gente; le gusta la compañía de humanos buenos, inteligentes y sensibles. Alargéntea es una sierpe adulta de constitución grácil y abundante sentido del humor. Tiene un talento natural para la imitación, y se especializa en las voces, movimientos y formas de ser de humanos y semielfos de ambos sexos.
La bondad es el elemento gobernante de la personalidad de Deszeldaryndun, pero también posee un pícaro sentido del humor. Esto suele verse cuando pronuncia ambas partes de aparentes “conversaciones susurradas" para engañar a los mirones para que lleven a cabo búsquedas inútiles, acciones precipitadas, y la difusión de falsos rumores.
Alargéntea disfruta chismorreando, aprendiendo secretos, y observando los impulsos e implicaciones de todas las actividades humanas en el norte de la costa de la Espada, pero hace gala de una paciencia y autocontrol que ningún sabelotodo humano puede soñar con alcanzar. Los miembros del Culto del dragón y otros que han intentado llevarle hacia trampas con la promesa de información rara o exclusiva han aprendido (algunas veces a su costa) que los intereses de Alargéntea nunca superan a su prudencia y su cautelosa comprensión del peligro que le rodea.
Un cantante competente con una memoria prodigiosa para las letras antiguas y las melodías desconocidas, Deszeldaryndun sigue con gran interés la carrera y las actuaciones de bardos y juglares tanto famosos como desconocidos. Es fácil encontrarlo disfrazado en las tabernas o los fuegos de campamento, embebiéndose de cada gesto y entonación (para sus propias imitaciones). Este hábito le permite imitar perfectamente la forma de componer de varios músicos.
Aunque es contrario a los bienhechores pomposos, malhumorados o temerarios, a Alargéntea le gusta y entretiene el trabajo de los paladines, Arpistas, y otros agentes del bien en el Norte de la Costa de la Espada. A veces se une a estos individuos (y a grupos aventureros menos nobles) como un guardián y ayudante no invitado, no anunciado y (si puede conseguirlo) inadvertido. Muchas veces que un guerrero consigue “huir gracias a la suerte”, o un paladín prevalece ante situaciones imposibles, la verdadera causa es el observante pero no detectado Sierpe Guardián de Eternlund.
La Guarida de Deszeldaryndun
Alargéntea mora junto con Valamaradace en la Montaña Flotante, una enorme roca ovalada ahuecada cuya superficie más elevada se convierte en una desastrada hilera de pináculos. Los conjuros de la Reina Dragona mantienen la roca en lo alto, cubierta de nieblas, y le permiten moverla a voluntad. Suele hacer que flote a baja altura sobre los bosques al oeste de Eternlund, o al sur en los márgenes del bosque Alto. La mayoría de la gente que ve la roca entre las nieblas cree que está mirando a una de las distantes Estrirales o “Hermanas” (picos que se alzan en el corazón del Bosque Alto, lejos hacia el sur). Los avistamientos ocasionales de la verdadera naturaleza de la roca le han dado su nombre.
La pareja llama a su roca flotante Alasuave, lo que suele hacer que los que les escuchan hablar piensen que están hablando de otro dragón. (La pareja alienta estos malentendidos.)
Alasuave tiene una enorme caverna central por cuya abertura puede pasar un dragón Colosal con las alas extendidas, y muchos pequeños pasadizos por los que sólo pueden pasar criaturas Medianas o menores. Estas llevan a dos pequeñas salidas, una en la parte inferior de la roca y la otra en la superior, y a una caverna del tesoro que se encuentra debajo de la central. Las salidas pequeñas se llaman "las puertas abiertas", y la de la parte inferior es la forma favorita de salir de Alasuave para ambos habitantes; se dejan caer en forma humana y toman la forma dracónica mientras caen.
La caverna está guardada por conjuros secretos, pero la magia que cubre la entrada a la caverna central incluye algunos conjuros conocidos, lanzados por Deszeldaryndun: suave aliento, que ralentiza a las criaturas volantes o en caída incluso si son del tamaño de un dragón; trompeta guardiana, un conjuro de alarma que anuncia, resalta y rastrea a los intrusos; y garra helada, un conjuro defensivo que daña y detiene a ciertos tipos de criaturas que no consigan evitarlo o resistirlo.
Alasuave tiene muchos secretos sin revelar. De todas formas se sabe que hay un conjuro que opera allí que permite a Deszeldaryndun y Valamaradace generar múltiples imágenes fantasmas como con el conjuro proyectar múltiples imágenes. Ante todo, estas imágenes confunden a los intrusos para que se ataquen mutuamente o gasten conjuros y proyectiles en los pasadizos vacíos.
La única amiga de estos dragones que ha sido invitada a Alasuave es Alústriel de Arglûna. Aún así, Elmínster y Khelben, han investigado individualmente el lugar en forma de bestia, saliendo sin ser detectados (o eso creen, al menos). Vara Negra contó a su mujer Laeral lo que vio y habló de un sentimiento de una “presencia que espera observando” en Alasuave que se mantiene alerta sin descanso pero se oculta de los dragones. Sabiendo tan poco, no especuló sobre su naturaleza y metas, pero lo encontró “estremecedor”. Elmínster no detectó a este observador oculto.
El Dominio de Deszeldaryndun
Desde su guarida de la Montaña Flotante, Alargéntea vaga por un territorio cuyos límites son fijados (y vigilados) por su consorte; en los últimos años empiezan en la parte norte del bosque Luna, llegan hasta Sundabar al sureste y siguen el Rauvin hasta Turlangtor al suroeste (la más occidental de las alturas rocosas que se encuentran al sur del río y van en dirección este hasta el paso Tornapetra). Desde allí van al suroeste atravesando los bosques de Túrlang para tocar los picos Perdidos, y de allí al oeste siguiendo el Dessarin hasta un punto al sur de Roca de Pedernal, donde giran y se dirigen al norte a través de los páramos Eternos hasta el Surbrin, y vuelven al norte del bosque Luna.
Aunque ni a la Sierpe Guardián ni a la Reina Dragona les gusta tener importancia en los asuntos de los demás seres de la zona, es probable que su vigilancia y su trabajo entre bastidores evitaron la propagación del mal que residía en el castillo Puerta del Infierno, ayudado a los ents de Túrlang a soportar los ataques de otras criaturas, e impedido a los trolls conseguir reunirse en un número suficiente para barrer a los humanos del Norte. Los dos dragones prefieren hacer que sus enemigos clave se “desvanezcan” misteriosamente; no les gusta la caza abierta y la propagación del miedo que usan tantos otros dragones.
Las Hazañas de Deszeldaryndun
La presa favorita de Alargéntea, en las pocas ocasiones en las que caza en serio, es el hipogrifo. (También le gustan los caballos y los ciervos del bosque Alto.) En forma humana, Deszeldaryndun adora las almendras tostadas y el licor de cerezas. Le gusta beber en unos cuantos estanques aislados en los bosques de Túrlang, y una vez, durante una estación seca, arrancó enormes trozos de hielo del borde del mar del Hielo interminable y los llevó al sur para alimentar sus secos estanques y volver al bosque verde de nuevo.
La Sierpe Guardián pasa la mayor parte de su tiempo vagando por los bosques al oeste de Eternlund, observando su inacabable panorama de vida mientras que piensa, usa conjuros para escudriñar a individuos distantes, y planea qué hacer a continuación. Tiene una gran afición: encontrar cosas extrañas, poco comunes y bonitas (visiones o hechos además de objetos) para compartirlos con su Reina Dragona, y lleva un conjuro (memoria mágica) que graba en su mente las cosas que ve para compartirlas vívidamente con ella más tarde. Así, puede mostrarle la apertura de una flor, el esplendor de una puesta de sol, o el conmovedor valor de una hazaña realizada por un humano, fata o ent ahora muertos.
Cuánto tiempo llevan juntos Alargéntea y su Reina es un misterio para los humanos, aunque es claramente un período de más de mil años. Su amor es profundo e inquebrantable (ambos disfrutan de la libertad para seguir sus propios intereses, amistades, e incluso amoríos entre los humanoides). Pueden comunicarse telepáticamente cuando lo necesitan (seguramente gracias a un vínculo telepático de Rary permanente creado por Valamaradace mediante un deseo) y se admiran incluso cuando están siguiendo con placer las acciones de ciertos humanos.
Ni a Deszeldaryndun ni a Valamaradace les interesan los otros dragones, y no se interesan por conocer los nombres, especies y territorios de los dragones vecinos. No se les conoce ninguna alianza o apareamiento con otros dragones. Tienen actitudes similares hacia otras especies (aunque Alargéntea disfruta el contacto con los humanos mucho más que su Reina) y sólo mantienen un odio duradero hacia el Culto del dragón y los dracoliches.
Actualmente, Deszeldaryndun está trabajando oculto para traer un reino humano estable al Norte (es decir, para ayudar a Alústriel a establecer la tierra de sus sueños, sin ser detectado en su trabajo) y dedicándose a confundir a los agentes zhéntarim, zhayinos y del Culto del Dragón que penetran en el territorio que comparte con Valamaradace.
El Destino de Deszeldaryndun
Alargéntea aún es vigoroso y su poder continúa creciendo, pero su devoción desinteresada a su Reina Dragona y su profunda amistad con varios humanos solitarios necesitados de ayuda en el Norte probablemente será la causa de su caída, luchando contra el mal para defender las cosas que le son más preciadas. Como remarcó Elmínster, es un destino del que estar orgulloso.
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Las investigaciones de Volo (revisadas por Elmínster) nos traen en esta ocasión a uno de los dragones benignos del Norte: Deszeldaryndun Alargéntea, la Sierpe Guardián de Eternlund y el consorte de la poco avistada Valamaradace (la Reina Dragona de Arglûna).
A Alargéntea se le suele llamar "el Dragón Bondadoso" en el Norte, porque acostumbra a ayudar a los humanoides. Aunque evita la sociedad y la política humanas, Alargéntea parece fascinado por los individuos. Ha curado y protegido a mucha gente perdida, solitaria o herida.
Alguna gente ha oído que Deszeldaryndun participa en las aventuras de sus amigos. Prefiere hacerlo completamente disfrazado, así que aquellos a los que ayuda suelen ser inconscientes de su naturaleza dracónica. De todas formas, no vacila en revelar sus verdaderos poderes si esa táctica puede ayudar a uno de sus compañeros en una situación de peligro. También es un astuto juez de la personalidad. (Es muy extraño que Alargéntea sea engañado o sorprendido.)
Alargéntea es una brillante sierpe argéntea que parece disfrutar con una vida tranquila y simple en los bosques, sazonada con frecuentes encuentros con humanos que inicia o para los que fija sus propias normas. (Ninguno de los humanos que desea evitar es capaz de encontrarle si vienen a buscarle). La Sierpe Guardián pasa mucho tiempo en forma humana en los bosques al oeste de Eternlund, como un leñador con nombres como Ergoth Falaer o Drouth Sammart. Su anillo de sustento, y las cavernas de hongos y piscinas llenas de peces que ha creado, le proveen de mucha comida. Cuando sale a cazar, es para eliminar a las bestias que no quiere en su dominio, no para saciar su hambre.
Aunque sólo los exploradores veteranos de la zona podrían sospechar que algunos humanos que se encuentran son realmente Deszeldaryndun, la Sierpe Guardián es famoso (en las historias de taberna) por engañar a agentes zhéntarim, miembros de la Hermandad Arcana, Magos Rojos, y otros enemigos de la civilización en el Norte. Suele confundir a estos enemigos imitando la forma y el comportamiento de gente poderosa e influyente (como Khelben "Vara Negra" Arunsun y Elmínster del valle de la Sombra) con una extraña precisión.
Alargéntea suele tomar el papel de Alústriel para que ella pueda escabullirse sin ser notada para llevar a cabo trabajos encubiertos (normalmente de los Arpistas o los Elegidos), acentuando su reputación al permitirle “estar” en dos lugares a la vez para hacer frente a los enemigos o las crisis con una velocidad cegadora. En muchas ocasiones, Deszeldaryndun ha tomado el lugar de Alústriel en situaciones de peligro (incluyendo varias emboscadas con campos antimagia destinados a acabar con la Gran Dama de Arglûna). Alústriel ha mantenido esta ayuda en secreto para todos excepto sus hijos y algunos Elegidos. Ni siquiera los más importantes Arpistas lo saben. El dragón presta esta ayuda sólo como un amigo; aunque aprueba los esfuerzos de Alústriel para fundar un reino de relativa seguridad y sofisticación en las tierras de la Luna de Lurúar, Alargéntea rechaza el tomar parte activamente en la corte de Alústriel, que no reconoce como poseedora de autoridad sobre él (o su Reina Dragona).
A cambio, Alústriel presta ayuda a Alargéntea y Valamaradace siempre que se lo piden. La Dama de Arglûna ha evitado varias batallas entre dragones, lista para la batalla, sorprendiendo a aquellos dragones rojos que aparecen para retar a Alargéntea a un combate. Una vez se hizo pasar por una esclava humana de Alargéntea en una treta que permitió a éste engañar a un dragón enemigo.
El veterano Arpista Orbrind Hauthcuero insiste en que el silencioso espadachín encapotado que acompaña a veces a Alústriel en su palacio y cuando se aventura fuera de la ciudad es la forma asumida por algún poderoso aliado benigno. Elmínster confirma que el espadachín, que toma el nombre de Talyn, es la forma humana favorita de Alargéntea cuando acompaña a Alústriel. (Se sabe que su consorte Valamaradace favorece la forma de una pequeña elfa ágil y usa el nombre de Targarda en sus raras incursiones en lugares civilizados.)
Aunque Deszeldaryndun es un dragón argénteo y Valamaradace una dragona dorada, es indiscutible que son pareja, y siempre se habla de Alargéntea como el “consorte” de Valamaradace. No se suele ver a la Reina Dragona, pero Deszeldaryndun suele mezclarse con la gente; le gusta la compañía de humanos buenos, inteligentes y sensibles. Alargéntea es una sierpe adulta de constitución grácil y abundante sentido del humor. Tiene un talento natural para la imitación, y se especializa en las voces, movimientos y formas de ser de humanos y semielfos de ambos sexos.
La bondad es el elemento gobernante de la personalidad de Deszeldaryndun, pero también posee un pícaro sentido del humor. Esto suele verse cuando pronuncia ambas partes de aparentes “conversaciones susurradas" para engañar a los mirones para que lleven a cabo búsquedas inútiles, acciones precipitadas, y la difusión de falsos rumores.
Alargéntea disfruta chismorreando, aprendiendo secretos, y observando los impulsos e implicaciones de todas las actividades humanas en el norte de la costa de la Espada, pero hace gala de una paciencia y autocontrol que ningún sabelotodo humano puede soñar con alcanzar. Los miembros del Culto del dragón y otros que han intentado llevarle hacia trampas con la promesa de información rara o exclusiva han aprendido (algunas veces a su costa) que los intereses de Alargéntea nunca superan a su prudencia y su cautelosa comprensión del peligro que le rodea.
Un cantante competente con una memoria prodigiosa para las letras antiguas y las melodías desconocidas, Deszeldaryndun sigue con gran interés la carrera y las actuaciones de bardos y juglares tanto famosos como desconocidos. Es fácil encontrarlo disfrazado en las tabernas o los fuegos de campamento, embebiéndose de cada gesto y entonación (para sus propias imitaciones). Este hábito le permite imitar perfectamente la forma de componer de varios músicos.
Aunque es contrario a los bienhechores pomposos, malhumorados o temerarios, a Alargéntea le gusta y entretiene el trabajo de los paladines, Arpistas, y otros agentes del bien en el Norte de la Costa de la Espada. A veces se une a estos individuos (y a grupos aventureros menos nobles) como un guardián y ayudante no invitado, no anunciado y (si puede conseguirlo) inadvertido. Muchas veces que un guerrero consigue “huir gracias a la suerte”, o un paladín prevalece ante situaciones imposibles, la verdadera causa es el observante pero no detectado Sierpe Guardián de Eternlund.
La Guarida de Deszeldaryndun
Alargéntea mora junto con Valamaradace en la Montaña Flotante, una enorme roca ovalada ahuecada cuya superficie más elevada se convierte en una desastrada hilera de pináculos. Los conjuros de la Reina Dragona mantienen la roca en lo alto, cubierta de nieblas, y le permiten moverla a voluntad. Suele hacer que flote a baja altura sobre los bosques al oeste de Eternlund, o al sur en los márgenes del bosque Alto. La mayoría de la gente que ve la roca entre las nieblas cree que está mirando a una de las distantes Estrirales o “Hermanas” (picos que se alzan en el corazón del Bosque Alto, lejos hacia el sur). Los avistamientos ocasionales de la verdadera naturaleza de la roca le han dado su nombre.
La pareja llama a su roca flotante Alasuave, lo que suele hacer que los que les escuchan hablar piensen que están hablando de otro dragón. (La pareja alienta estos malentendidos.)
Alasuave tiene una enorme caverna central por cuya abertura puede pasar un dragón Colosal con las alas extendidas, y muchos pequeños pasadizos por los que sólo pueden pasar criaturas Medianas o menores. Estas llevan a dos pequeñas salidas, una en la parte inferior de la roca y la otra en la superior, y a una caverna del tesoro que se encuentra debajo de la central. Las salidas pequeñas se llaman "las puertas abiertas", y la de la parte inferior es la forma favorita de salir de Alasuave para ambos habitantes; se dejan caer en forma humana y toman la forma dracónica mientras caen.
La caverna está guardada por conjuros secretos, pero la magia que cubre la entrada a la caverna central incluye algunos conjuros conocidos, lanzados por Deszeldaryndun: suave aliento, que ralentiza a las criaturas volantes o en caída incluso si son del tamaño de un dragón; trompeta guardiana, un conjuro de alarma que anuncia, resalta y rastrea a los intrusos; y garra helada, un conjuro defensivo que daña y detiene a ciertos tipos de criaturas que no consigan evitarlo o resistirlo.
Alasuave tiene muchos secretos sin revelar. De todas formas se sabe que hay un conjuro que opera allí que permite a Deszeldaryndun y Valamaradace generar múltiples imágenes fantasmas como con el conjuro proyectar múltiples imágenes. Ante todo, estas imágenes confunden a los intrusos para que se ataquen mutuamente o gasten conjuros y proyectiles en los pasadizos vacíos.
La única amiga de estos dragones que ha sido invitada a Alasuave es Alústriel de Arglûna. Aún así, Elmínster y Khelben, han investigado individualmente el lugar en forma de bestia, saliendo sin ser detectados (o eso creen, al menos). Vara Negra contó a su mujer Laeral lo que vio y habló de un sentimiento de una “presencia que espera observando” en Alasuave que se mantiene alerta sin descanso pero se oculta de los dragones. Sabiendo tan poco, no especuló sobre su naturaleza y metas, pero lo encontró “estremecedor”. Elmínster no detectó a este observador oculto.
El Dominio de Deszeldaryndun
Desde su guarida de la Montaña Flotante, Alargéntea vaga por un territorio cuyos límites son fijados (y vigilados) por su consorte; en los últimos años empiezan en la parte norte del bosque Luna, llegan hasta Sundabar al sureste y siguen el Rauvin hasta Turlangtor al suroeste (la más occidental de las alturas rocosas que se encuentran al sur del río y van en dirección este hasta el paso Tornapetra). Desde allí van al suroeste atravesando los bosques de Túrlang para tocar los picos Perdidos, y de allí al oeste siguiendo el Dessarin hasta un punto al sur de Roca de Pedernal, donde giran y se dirigen al norte a través de los páramos Eternos hasta el Surbrin, y vuelven al norte del bosque Luna.
Aunque ni a la Sierpe Guardián ni a la Reina Dragona les gusta tener importancia en los asuntos de los demás seres de la zona, es probable que su vigilancia y su trabajo entre bastidores evitaron la propagación del mal que residía en el castillo Puerta del Infierno, ayudado a los ents de Túrlang a soportar los ataques de otras criaturas, e impedido a los trolls conseguir reunirse en un número suficiente para barrer a los humanos del Norte. Los dos dragones prefieren hacer que sus enemigos clave se “desvanezcan” misteriosamente; no les gusta la caza abierta y la propagación del miedo que usan tantos otros dragones.
Las Hazañas de Deszeldaryndun
La presa favorita de Alargéntea, en las pocas ocasiones en las que caza en serio, es el hipogrifo. (También le gustan los caballos y los ciervos del bosque Alto.) En forma humana, Deszeldaryndun adora las almendras tostadas y el licor de cerezas. Le gusta beber en unos cuantos estanques aislados en los bosques de Túrlang, y una vez, durante una estación seca, arrancó enormes trozos de hielo del borde del mar del Hielo interminable y los llevó al sur para alimentar sus secos estanques y volver al bosque verde de nuevo.
La Sierpe Guardián pasa la mayor parte de su tiempo vagando por los bosques al oeste de Eternlund, observando su inacabable panorama de vida mientras que piensa, usa conjuros para escudriñar a individuos distantes, y planea qué hacer a continuación. Tiene una gran afición: encontrar cosas extrañas, poco comunes y bonitas (visiones o hechos además de objetos) para compartirlos con su Reina Dragona, y lleva un conjuro (memoria mágica) que graba en su mente las cosas que ve para compartirlas vívidamente con ella más tarde. Así, puede mostrarle la apertura de una flor, el esplendor de una puesta de sol, o el conmovedor valor de una hazaña realizada por un humano, fata o ent ahora muertos.
Cuánto tiempo llevan juntos Alargéntea y su Reina es un misterio para los humanos, aunque es claramente un período de más de mil años. Su amor es profundo e inquebrantable (ambos disfrutan de la libertad para seguir sus propios intereses, amistades, e incluso amoríos entre los humanoides). Pueden comunicarse telepáticamente cuando lo necesitan (seguramente gracias a un vínculo telepático de Rary permanente creado por Valamaradace mediante un deseo) y se admiran incluso cuando están siguiendo con placer las acciones de ciertos humanos.
Ni a Deszeldaryndun ni a Valamaradace les interesan los otros dragones, y no se interesan por conocer los nombres, especies y territorios de los dragones vecinos. No se les conoce ninguna alianza o apareamiento con otros dragones. Tienen actitudes similares hacia otras especies (aunque Alargéntea disfruta el contacto con los humanos mucho más que su Reina) y sólo mantienen un odio duradero hacia el Culto del dragón y los dracoliches.
Actualmente, Deszeldaryndun está trabajando oculto para traer un reino humano estable al Norte (es decir, para ayudar a Alústriel a establecer la tierra de sus sueños, sin ser detectado en su trabajo) y dedicándose a confundir a los agentes zhéntarim, zhayinos y del Culto del Dragón que penetran en el territorio que comparte con Valamaradace.
El Destino de Deszeldaryndun
Alargéntea aún es vigoroso y su poder continúa creciendo, pero su devoción desinteresada a su Reina Dragona y su profunda amistad con varios humanos solitarios necesitados de ayuda en el Norte probablemente será la causa de su caída, luchando contra el mal para defender las cosas que le son más preciadas. Como remarcó Elmínster, es un destino del que estar orgulloso.