Unther
- Capital: Messemprar (antes Unzhalass)
- Población: 4.263.840 (humanos 94%, enanos 3%, medianos 2%)
- Gobierno: magocracia (antes, teocracia directa)
- Religiones: Perdición, Mystra, Panteón Mulhorandino, Tempus (principalmente entre los mercenarios chessentanos), Tiamat
- Importaciones: alimentos, armas, esclavos, mercenarios
- Exportaciones: aceite de semillas, cerámica, escultura, hierro, minerales, oro, tela
- Alineamiento: CN, CM, N
Unther, que en su día fue un gran imperio como su nación hermana de Mulhorand, sufrió una dura caída bajo el gobierno de la cruel manifestación de la deidad Gilgeam. Con la muerte de éste ante las garras de Tiamat, Unther se lanzó al caos. Los esclavos se rebelaron, los plebeyos se alegraron de la muerte del tirano y los clérigos de Gilgeam y los nobles lucharon para mantener el orden. Los ejércitos de Mulhorand aprovecharon esta agitación, invadiendo el Unther meridional e imponiendo la ley marcial en las zonas conquistadas.
Ahora, Unther en un país dividido entre los que se aferran a las viejas costumbres y los que esperan que el faraón de Mulhorand los trate mejor de lo que lo hizo su antiguo gobernante. Unther es una tierra de oportunidades, donde la fuerza militar, la diplomacia, el subterfugio y la intriga juegan un papel importante en la supervivencia y el poder.
Vida y Sociedad
Víctimas de un cruel tirano, las gentes de Unther se han acostumbrado a los apuros y la miseria (aunque ello no les satisfaga). Mientras los exaltados eminentes nobles de estas tierras llevaban una vida de lujos, servidos por esclavos y respaldados por el tesoro nacional, los plebeyos pagaban unos altos impuestos y los esclavos eran tratados tan mal que el castigo por matar a uno de ellos era pagar una multa a su propietario. Aunque el gobierno defendía el poder de la ley de Unther, los encargados de hacerla cumplir ignoraban a menudo los derechos de los ciudadanos y sólo les importaba adquirir riqueza y poder personal. Los esclavos trabajaban muchas horas a cambio de escasa comida y eran marcados a hierro en el brazo como muestra de su servidumbre.
Con la caída de Gilgeam, las clases más bajas vislumbraron una esperanza de mejora para su grupo, pero la llegada del ejército mulhorandino ha complicado el asunto. El ejército está controlado por los clérigos de Anhur, una deidad belicosa aunque de alineamiento bueno (lo que supone un cambio radical para la gente de Unther). Los abusos contra las gentes conquistadas son poco frecuentes y se castigan sin tardanza. Los esclavos unzhéricos (ya sean propiedad de templos o de particulares) pasaron a ser propiedad de las iglesias de Mulhorand, un destino mejor del que jamás hubieran conocido antes.
A los esclavos aptos se les entrenó rudimentariamente en el uso de las armas y se les envió a erradicar reductos ocultos de resistencia unzhérica, una misión de venganza que cumplieron bien. Ahora, las pocas ciudades libres de Unther miran a sus hermanas del sur y se preguntan si les iría mejor siendo fieles a su patria o como ciudadanos de un nuevo imperio. Dado que los ejércitos controlan los fértiles campos de Unther y que la escasez de comida es inminente en las ciudades libres, los líderes del norte están siendo presionados para que consigan alimento o se rindan.
El ejército del país está mal entrenado y pobremente equipado con espadas de bronce y armaduras completas del mismo material. Los séquitos personales de los nobles supervivientes y los templos están mejor armados y resultan más temibles en el campo de batalla.
Principales Accidentes Geográficos
El Río de Espadas era reconocido desde hacía mucho como frontera entre Unther y Mulhorand, pero ahora que los ejércitos mulhorandinos han dejado de avanzar, no está del todo claro dónde se encuentra la nueva frontera.
Bosque Mezh: en su día, este espeso bosque sirvió de refugio a algunos druidas, pero éstos se marcharon o murieron hace aproximadamente cien años. El Bosque Mezh, que ahora alberga pequeñas tribus de elfos y semielfos, también está habitado por quimeras y un viejo dragón verde llamado Skúzhosain,. La leyenda dice que en el bosque hay una ciudad perdida de la raza turami que posiblemente se remonte a tiempos de Imperio de Imaskar.
Lago Mezh: este lago está repleto de peces de los que se alimentan los plesiosaurios nativos. Las comunidades de bandidos salpican la orilla occidental; de los mucho refugiados que huyeron por el agua cuando llegó el ejército mulhorandino, algunos fueron capturados por los bandidos y vendidos como esclavos, otros llegaron a Khessenta por sus propios medios y aun hubo quienes lograron sobrevivir en la orilla.
Llanura de las Cenizas Negras: esta zona, situada al sur de las Montañas Humeantes, debe su nombre al hollín grisáceo que sale de los conos volcánicos de esa cordillera. Está habitada por dragones pardos y gigantes de piedra con la piel negra, que a nivel local son conocidos como gigantes de cenizas. Esta zona no es especialmente fértil (prácticamente no tiene otro suelo que la propia ceniza) y fue evitada por el ejército mulhorandino.
Las Tierras Verdes: el suelo de las Tierras Verdes está mejorado con magia y normalmente es el responsable de tres cuartas partes del alimento producido en Unther. La zona está habitada por androesfinges y ginoesfinges que de vez en cuando atacan las granjas ganaderas. Las Tierras Verdes fueron convertidas en un barrizal por el ejército de Mulhorand, y será necesario importar comida del este para impedir que año hay una hambruna en el país.
Montañas Humeantes: el extremo occidental de esta cordillera tiene volcanes activos, mientras que el oriental está apagado. Guyanozhaz, el dragón rojo, tiene aquí su guarida, pero lleva siglos sin ser visto. Las montañas también albergan pirohidras y salamandras.
Lugares Importantes
Las cifras de población de las ciudades no incluyen los aproximadamente 20.000 soldados de Mulhorand que actualmente están destinados en Unther.
Messemprar (metrópolis, 98.776): Messemprar, en su día la mayor ciudad de Unther por ser el principal puerto de la ruta del comercio naval, se hundió cuando los navíos empezaron a evitar la costa de Unther y los excesivos aranceles de Gilgeam. Hace algunos años, dio comienzo en la ciudad una breve guerra civil tras una revuelta provocada por los impuestos que llevó a unos disturbios por carencia de alimentos. Los disturbios terminaron cuando los magos de un grupo secreto anti Gilgeam, llamados Magos del Norte, se hicieron con el control de la ciudad.
Ahora que los refugiados de otras ciudades de Unther la inundan, Messemprar tiene más del doble de tamaño. Los Magos del Norte deseaban librarse de Gilgeam, pero no esperaban que su liberación fuera seguida por las espadas de Mulhorand. Han trabajado desesperadamente para fortificar su ciudad contra el ejército y han pedido al faraón un cese de las hostilidades. Los Magos del Norte tienen un acuerdo permanente con varios grupos de aventureros para traer alimento de contrabando a la ciudad.
Si alguien es el líder actual del Unther no conquistado, podría decirse que se trata de Isimud (NB varón humano Mag15/Dev3 de Mystra), el principal mágico de Messemprar. Sus compañeros mágicos son un grupo malhumorado cuyo poder no es demasiado respetado por los nobles chaqueteros de su ciudad anfitriona.
Shussel (ciudad pequeña, 9.150): hace dos años, casi toda la población de esta ciudad se evaporó en una sola noche. La guerra contra Mulhorand no tuvo nada que ver con la desaparición de la población de la ciudad; los informes de los supervivientes y numerosas adivinaciones revelan que una misteriosa niebla descendió sobre la ciudad y permaneció durante toda la noche, llevándose a nueve de cada diez ciudadanos al despuntar el alba.
Los shusselinos que estaban lejos de su ciudad natal reclamaron la villa vacía, llena ahora de distritos enteros de viviendas abandonadas. Luego vinieron los ocupantes ilegales y los bandidos, que se aprovecharon de los hogares vacíos y las riquezas dejadas atrás. De todas formas, Shussel se estaba empobreciendo antes de la Desaparición; sus minas de hierro están agotadas y la explotación excesiva de los campos del norte han dejado poco más que un desierto. Ahora, Shussel existe en forma de guarnición mulhorandina, y su pequeño puerto está férreamente vigilado de modo que los barcos de Skuld pueden atracar trayendo suministros y reemplazos de tropas para el ejército invasor.
Unzhalass (metrópolis, 164.627): en su apofeo, esta ciudad fue la más grande de Faerûn. Desde entonces, se ha inundado muchas veces, ha sido atacada por piratas y casi ha resultado destruida por una batalla entre Tiamat y Gilgeam durante la Era de los Trastornos. Ahora está ocupada por el ejército de Mulhorand, con más o menos la mitad de su antigua población bajo la ley marcial (los ciudadanos libres) o reclamada por la iglesia de Anhur (los esclavos).
Bajo la ciudad hay monstruos como lamias y hombres-rata, con una gran lamia gobernando como reina. Los monstruos están esperando el momento adecuado desde la ocupación por parte de Mulhorand, llevando a cabo ataques esporádicos contra la superficie igual que hacían cuando la ciudad era libre. Bajo la ciudad también hay un templo secreto de Tiamat. El distrito central, habitado antiguamente por Gilgeam y sus clérigos, fue saqueado a la muerte de la deidad.
Historia de la región
La historia de Unther está estrechamente relacionada con la de su hermana Mulhorand, excepto en que sus gentes siempre han tenido una vena más agresiva y expansionista que la de su vecina del este. En su día, el territorio de Unther incluyó Chessenta, Khóndazh y ciudades de la costa meridional de Aglarond y sus guerreros, fieros y despiadados, eran odiados por aquellos a los que conquistaban. Sin embargo, el coste de esta expansión llevó a la bancarrota al estado, obligando a los gobernantes a subir los impuestos hasta niveles absurdos.
Una a una, las colonias de Unther se rebelaron. Chessenta logró conquistar Unther y lo gobernó como estado vasallo durante casi cien años. Con la desaparición del Tkhazzar, el héroe-conquistador khessentano, Unther pudo liberarse y concentrarse en temas internos, en su propio pueblo cruel. Un país que había logrado grandes avances en la escultura, la poesía y otras artes civilizadas se vio envuelto en un lento declive moral y cultural, como si siguiera el descenso de Gilgeam hacia la tiranía y la locura.
Cuando Gilgeam murió a manos de Tiamat, Mulhorand vio una oportunidad para atacar y cruzar la frontera tradicional entre ambas naciones, conquistando primero villas pequeñas y puestos avanzados y, finalmente, la capital unzhérica y las ciudades situadas más allá.
Al quedar con menos de un tercio del territorio que tenía el año anterior, Unther se encuentra a un paso de dejar de existir. Sólo la misericordia del faraón o una poderosa intervención de agentes extranjeros (como los Magos Rojos, los Zhentárim o la iglesia de Tiamat) tendría posibilidades de evitar que Unther se convierta en territorio de un nuevo imperio de Mulhorand. Los Magos Rojos en particular aborrecerían que eso sucediera, y están aportando dinero y poder para ayudar a que Unther siga siendo independiente. Los Unthericos prudentes temen el coste final que esta ayuda podría suponer, pero muchos creen que cualquier alternativa es mejor que convertirse en súbditos del gobierno de Mulhorand.